"Como hemos visto, cuando una mujer se sentía de niña la princesa del padre, establece una profecía que dice más o menos así: «Tengo que encontrar a un hombre que me adore tanto como mi padre». Pero aquí se da una paradoja, porque no puede existir un hombre tan grande como ese padre, y la mujer va al mundo de la pareja y busca un imposible. Descalifica al hombre porque este no está a la altura del padre.
Añadiré una pincelada de optimismo diciendo que la repetición de esquemas y patrones es una posibilidad muy habitual, pero no una obligación imperativa para todas las situaciones. Tendemos a propiciar escenarios interpersonales favoritos que suelen ser la repetición de escenarios infantiles, especialmente cuando el apego hacia los padres tuvo formatos complicados. Pero la buena noticia es que, aunque nos lanzamos al amor envueltos en nuestras redes relacionales, el otro también lo hace, y esto crea un campo nuevo, único, entre los dos".
Joan Garriga
Bailando juntos
No hay comentarios:
Publicar un comentario