"Lo rechazado se adhiere a nosotros con ahínco. Lo no aceptado y desterrado del corazón nos ata a través de la propia energía emocional del rechazo.
En cambio, aquello que podemos reconocer, apreciar y tomar, nos hace libres.
Cuando logramos amar lo recibido de nuestros padres y nuestra historia tal como ha sido, entonces empieza el aroma de la libertad. Podemos hacerlo a nuestra manera".
Joan Garriga
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