Las conjunciones son las palabras (o conjuntos de palabras) que funcionan como nexos para unir palabras, sintagmas (oraciones) o proposiciones. Sirven de enlace entre una oración o entre dos oraciones.
En gramática, se conoce como conjunción al conjunto de elementos que unen o establecen un nexo entre componentes lingüísticos que son agrupados para formar unidades de oración más amplias. En otras palabras, una conjunción es capaz de unir dos fragmentos de oración o frases, con la finalidad de construir una tercera con total sentido y complementación lógica, permitiendo al individuo expresar o enunciar una idea de forma coherente. La conjunción puede ser una palabra o un conjunto de ellas, que pueden unir palabras, sintagmas, proposiciones (oraciones simples) y frases.
Las conjunciones son invariables, esto es, son piezas fijas de lenguaje, que rara vez cambian o se adaptan al contexto. Suelen permitir la unión de dos unidades sintácticas en una mayor, como pueden ser dos oraciones o dos elementos dentro de una oración. Por eso, su significado es solo gramatical, válido únicamente en la lengua y en su contexto determinado.
Por ejemplo, si empleamos la conjunción “y”, la más común de todas, en la oración “compré sólo papas y calabazas”, el sentido del verbo “comprar” se extiende a los dos elementos citados (las papas y las calabazas) por igual.
En cambio, cuando usamos “y” en la oración “compré sólo papas y no estaban muy buenas”, la conjunción permite sumar a la queja inicial (que hubiera sólo papas), una secundaria (el hecho separado de que no estuvieran muy buenas).
Las conjunciones son términos utilizados para relacionar a dos elementos. Esta relación puede ser asimétrica, es decir, donde un elemento posee el foco de la atención, mientras que el otro es enviado al segundo plano. Esta relación asimétrica fue explicada en 1978 por Talmy L., como “figura/fondo”, que se da tanto en frases simples, como en frases compuestas. En éstas, la frase “subordinada” funciona como fondo, y la frase “principal” como figura. Uno de los ejemplos usados por Talmy fue el uso del término “while” en el idioma inglés, lo que en español equivale a la palabra “mientras”.
Tipos de conjunciones
Las conjunciones se clasifican en dos tipos:
Conjunciones coordinantes o propias.
Aquellas que vinculan palabras, sintagmas u oraciones a un mismo nivel sintáctico, o sea, cuando los elementos conectados por ellas pueden intercambiarse sin perder su significado. Por ejemplo: “En el mercado había berros y cebollas” es lo mismo que “En el mercado había cebollas y berros”.
A su vez, estas conjunciones pueden ser de distinto tipo:
- Copulativas. Permiten juntar en una sola unidad dos elementos del mismo tipo, indicando acumulación o suma de ítems. Tales como: y, e, ni, que.
- Disyuntivas. Permiten juntar dos términos en una relación excluyente u optativa, es decir, en la que se debe elegir alguno de los dos. Tales como: o, u.
- Adversativas. Permiten juntar dos términos en una relación antagónica, o sea, de contrarios, en la que se contradice el uno con el otro. Tales como: pero, aunque, mas, sino.
- Explicativas. Permiten unir proposiciones o términos que apuntan a lo mismo, pero que al estar juntos propician una mejor explicación de lo dicho, o refuerzan algún significado. Tales como: o sea, esto es, es decir, mejor dicho.
- Distributivas. Permiten unir de manera discontinua dos elementos, repartiendo su significado a lo largo de una misma oración. Dicho de otro modo, reparten el sentido oracional en dos términos diferentes. Tales como: este...aquel, bien...bien, cerca...lejos, ora… ora, ya… ya, salga… salga.
Conjunciones subordinantes o impropias.
Aquellas que enlazan proposiciones u oraciones que no son intercambiables entre sí, ya que al unirse se establece entre ellas una relación de significado específico: causal, condicional, explicativa, etc.
Por ejemplo: “Esa noche llovía, de modo que me tuve que ir en bus” implica una relación de causa-efecto que no puede invertirse.
Las proposiciones subordinadas son aquellas que no pueden funcionar de manera autónoma: su significado no está completo sin la oración principal.
- Causales. Indican la causa o motiuvo de lo expresado. Por ejemplo: porque, dado que, ya que, debido a que, puesto que.
- Condicionales. Indican condición. Por ejemplo: si, sino, a condición de que, a menos que, en caso de que, con tal de que, siempre que.
- Concesivas. Señalan una dificultad que no impide que se produzca la acción. Por ejemplo: aunque, aun cuando, a pesar de, aun si, por más que, así.
- Consecutivas. Establecen una consecuencia de lo expresado. Por ejemplo: así que, de modo que, de forma que, entonces, por eso, por consiguiente, de ahí que, por ende.
- Finales. Señalan el objetivo o propósito de lo expresado. Por ejemplo: para, para que, a fin de que.
- Modales. Indican modo. Por ejemplo: como, tal como, según, sin que.
- Temporales. Establecen una circusntancia temporal. Por ejemplo: antes de que, apenas, después de que, tan pronto como, cuando, siempre que, hasta que.
Estas conjunciones se clasifican únicamente de acuerdo al rol que cumple la subordinada dentro de la oración principal, de la siguiente manera:
- Subordinantes sustantivas. Cumplen el rol de un sintagma nominal dentro de la oración. Tales como: que, de que, cómo, cuánto.
- Subordinantes adjetivas. Cumplen el rol de un sintagma adjetival, o sea, caracterizan a un nombre. Tales como: quien, el cual, el que, cuyo.
- Subordinadas adverbiales. Cumplen el rol de un sintagma adverbial, introduciendo información contextual, ya sea de circunstancia (tiempo, lugar, modo o comparación) o relación lógica (causa, consecuencia, condición, finalidad). Tales como: cuando, donde, como, según, más que, porque, aunque, caso que, a menos que.
Ejemplos:
“Que bebas alcohol tan temprano es absurdo” (sustantiva)“Me preguntó cómo íbamos a venir” (sustantiva)
“Vino mi primo, el que te mencioné ayer” (adjetiva)
“Fui a ver la película cuyo póster vimos en la calle” (adjetiva)
“Salí de casa cuando empezaba a llover” (adverbial de tiempo)
“Fui a parar adonde el diablo perdió los zapatos” (adverbial de lugar)
“Como lo hiciste ayer, debes poner de tu parte” (adverbial de modo)
“Me quedé en casa porque me sentía mal” (adverbial de causa)
“Te perdiste la fiesta, así que no sabes la gran noticia” (adverbial de consecuencia)
“Debes dejar de fumar, para que vivas una vida más sana” (adverbial de propósito)
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