“En África el único modo de superar el dolor es salvar una vida. Si alguien es asesinado el año de luto termina con un ritual llamado la prueba del ahogado. Se organiza una fiesta junto al río. Al amanecer, al asesino le meten en una barca lo adentren en el río y lo lanzan atado para que no pueda nadar. La familia del difunto tiene que decidir: puede dejar que se ahogue o tirarse al agua y salvarlo. Los Ku creen que si la familia deja que se ahogue se hará justicia pero pasarían su vida de luto, pero, si lo salvan, si aceptan que la vida no es siempre justa, ese sólo acto podría librarlos del dolor. Porque la venganza es una actitud cobarde”.
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