"Hace años se inundaba la casa en donde vivía y Skinner lo sufrió, a partir de ahí se altera bastante con la lluvia, afortunadamente su amo es psicólogo y se ha percatado de su “goce” (este goce favorece que nunca se cure). La cosa es que ahora en donde vivo hay una sección que está techada y libre de los efectos de la lluvia, aparte de que aquí no se inunda, entonces antes cada que llovía metía al perrete a la casa (no tenía a Simba y no había problema), pero ahora cuando llueve, el perrete no se refugia en la zona techada, se empapa, llora y rasca en la puerta principal, entonces me tengo que rendir ante semejante perrete sufriente y empapado, lo meto, lo seco, una vez adentro le roba las croquetas a Simba y lo corretea. Todo esto que hace el perrete me recuerda la función de un síntoma neurótico y su goce, hacemos acciones que nos provocan sufrimiento porque a través de ellas conseguimos cosas, por eso caemos en lo mismo constantemente. La cosa es que traje al perrete a la zona sin lluvia, le di de comer y mientras comía lo encerré ahí, fuera de la lluvia y fuera de su “goce parasitario”.
El goce parasitario te limita la vida".
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