"Parece que muchas personas se empeñan en gustarle al otro, sin embargo, gustarle a alguien va más por el sentido de tornarse objeto, le gustas a alguien por el tipo de representación que provocas, sin embargo por mucho que le puedas gustar a alguien sigues sin interesarle, ahí es donde la atracción y el desinterés conectan muy bien con el narcisismo. Interesarse por alguien implica trascender el propio narcisismo y va más allá de la atracción, tiene que ver con echar un lazo para formar vínculos, es renunciar al objeto para encontrarse con el sujeto. Hoy en día hay mayor énfasis en la atracción que en la formación del vínculo, de juntarte con aquellos que te gustan pero que no te interesan".
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