"Vives una ruptura y necesitas disponer de “amor propio” para recuperarte, pero ¿qué es eso?
No nos confundamos, es muy común que tras una ruptura tomemos dos variantes: la primera es la salida narcisista, construimos un personaje que intenta compensar el dolor, la angustia, la vergüenza y demás sentimientos que generan conflicto, lo hacemos a partir del discurso delirante, nos exaltamos, nos inflamos, nos transformamos en individuos empoderados que son felices y plenos, no hay rastro de los efectos de la ruptura, esa es la salida narcisista, una negación.
La otra variante es el sometimiento a las demandas del otro, el otro te abandonó por aburrido (a), por tu peso, tu cabello, por tu monotonía en la cama o por diversas razones, entonces, no sales del gym, estrenas look, te has vuelto un seductor/a y demás, asumes la culpa y estás intentando reparar y recuperar a ese amor perdido. Aunque tú te engañes y pienses que haces otra cosa, nada de eso tiene que ver con el amor propio, lo que hoy se vende como amor propio es ambigüedad y frivolidad."
Jonathan R. Ahumada
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