domingo, octubre 2

México 68



"Habría que lavar no sólo el piso; la memoria.

"Habría que quitarles los ojos a los que vimos,

asesinar también a los deudos,

que nadie llore, que no haya más testigos.

Pero la sangre echa raíces

y crece como un árbol en el tiempo.

La sangre en el cemento, en las paredes,

en una enredadera: nos salpica,

nos moja de vergüenza, de vergüenza, de vergüenza.


La bocas de los muertos nos escupen

una perpetua sangre quieta".

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