domingo, julio 31

La verdad de Dostoyevsky


"Sobre todo, no te mientas a ti mismo. El hombre que se miente a sí mismo y escucha su propia mentira llega a un punto que no puede distinguir la verdad dentro de él, ni a su alrededor, y así pierde todo el respeto por sí mismo y por los demás. Y sin respeto deja de amar".


𝐅𝐢ó𝐝𝐨𝐫 𝐃𝐨𝐬𝐭𝐨𝐲𝐞𝐯𝐬𝐤𝐲


Novelista ruso del siglo XIX, autor de importantes obras de la literatura universal como Crimen y castigo o El jugador, que exploran la psicología humana en el contexto social y moral de su época.

viernes, julio 29

Welcome home

Para poder sanar de una forma efectiva, vamos a tener que sumergirnos hasta lo más profundo del ser inconsciente. Y no, no es un lugar hermoso y divertido donde poder estar en paz. Tus peores miedos están ahí, tus sufrimientos, tus derrotas, tus lágrimas, tu soledad, hay un combo de oscuridad esperando por ti.

No será una aventura fácil, pero es necesario ingresar ahí para poder sanar.

Muchas programaciones obsoletas están resguardadas en esa inmensa bóveda, pero hay que cambiar el software a como de lugar.


 

jueves, julio 28

La filosofía de Marco Aurelio

 «La mayoría de personas carecen de una filosofía de vida coherente. Pasan los días persiguiendo placeres temporales y evitando las incomodidades. Son esclavos de lo inmediato, atraídos por cualquier distracción para no enfrentar su situación. Cualquier excusa para evitar la gran pregunta: ¿Es así como quiero vivir?. Vivir sin filosofía es vivir sin dirección. Sin una brújula interna que guíe nuestra vida seguiremos el camino marcado por la masa sumisa. Absorberemos sin cuestionar los valores y aspiraciones de la sociedad, y moriremos sin haber vivido en realidad. No deberíamos tener miedo a la muerte, sino a no empezar nunca a vivir».

Marco Aurelio

sábado, julio 16

El regalo

 El otro sobrevive en las palabras que nos ha hablado y que solemos pronunciar habitualmente.

jueves, julio 14

11:11

Hoy soñé contigo. Por alguna muy extraña razón, hace pocos días, empecé a hacerlo. No sé qué sentir. No existen palabras para describir. Me duele el estómago. Me siento en otra dimensión. Respiro. Me incorporo. Me reclamo. Me pregunto por qué tuve que soñar contigo teniendo tantas cosas por resolver. Trato de olvidar, hay mucho que olvidar, y duele. Espero con ansias el día en que pueda decir que este mal sueño terminó. 

Bromas sin sentido, discursos fabricados, obviamente comerciales, de esos que haces para destruir cosas importantes (por fastidio, por amargura, por placer), historias de un once de noviembre, un parque, a veces, un paseo por las tiendas de abarrotes. Quizá un taco grasoso y algunos libros obsequiados que, seguramente, también mal regatearán por un rayón, por mariguana, por alcohol o para no ofrecer auto servicio, todo a cambio de nada. Basta poco para conocer tanto a alguien. Totalmente hilarante. 

Discursos basura que ya no me interesan. 

Tantos destrozos que yo no agradecería ni aunque me pagaran. 

Nos mentiste a todos, pero te mintieron. Te persuadieron de hacer lo imperdonable, y, para qué; te cambiaron en tan poco tiempo, te humillaron, regresaron con la persona, de la cual se quejaban, pero amaba LOCAMENTE, es más, me atrevo a decir que nunca te quisieron, te utilizaron. 

Tengo algunas palabras reservadas también.

Todo está conectado. Las bombas cayeron en el lugar "incorrecto". Todo se les regresó. No los veo riendo. Ya no los veo. Lidien con sus verdaderos demonios. Con su toxicidad disfrazada de empatía y "licenciatura" (LOL).  Fue ridículo. Muchas contradicciones. Ninguna mentira cuadró. No esperaba más de ella, es muy gracioso ver su proceder tan barato. 

Estoy consciente de todo. Siempre estuve en el palco. El final, como persona inteligente, ya lo sabía. 

Y sí, me río un poco. Porque yo sueño pero tú no puedes dormir...

Y es triste, estoy consciente de todo. Más consciente que nunca. Debería estar feliz. Mi momento 11:11.

Muchas de mis canciones favoritas ya no me gustan. 

Y me parece una absoluta falta de respeto pensar en ti, aunque sea un segundo, aunque sea en sueños. 

Atraemos lo que somos, tenemos lo que merecemos.

Aquí estoy, pero estoy cansada, preocupada, siempre responsable y resiliente. A veces lloro, porque no me alcanzan las palabras. Saldrán. 

No sé qué hago en el parque de mi infancia caminando contigo. Nunca fuiste mi amigo. Nuestro amigo. No te tomaste la molestia. 

Disfruta tu anillo, mi hija tampoco lo olvida. También le gusta ir al acuario. Ella no comió bien por pagar las entradas. 

Lo tendremos presente. 

No esperamos tu comprensión. No la tuviste. Tampoco tu empatía y menos tu humanidad. 

Lo tenemos contemplado

"Disculpa" regresarte un poco de lo diste. En años, nunca imaginé proceder así. No era mi intención. 

Suena la alarma. Ella tiene hambre. Tiene sueños importantes. Nuestras nuevas vidas después de la tormenta. 

Todo va a estar bien.

Disfruta tu té.


Palabras y silencio

Mi mamá me platicó que una vez que entró en una habitación donde un par de amigos estaban hablando de ella, no sabían que ella estaba allí. Ella movió la cabeza, sonrió y se alejó. 

Mi mamá también me platicó que tenía una amiga que hablaba mal de ella, ella nunca supo que mamá se enteró, mamá nunca lo mencionó. Ella sonrió y se alejó de esta amistad. 

Me dijo que hubo personas importantes para ella que optaron por sacarla de su vida porque ella no pensaba como ellos, y que ella dejó de cruzar océanos por ellos cuando ni siquiera la ayudaron a cruzar un puente. Ella sonrió, sacudió la cabeza y se alejó. 

Así que, le pregunté cómo podía simplemente alejarse de las personas que la lastimaban mientras decían ser sus amigos o familia.

Ella respondió que cada vez que llegaba a una encrucijada como esa, tenía que decidir quién la acompañaría en su viaje. Esto le mostró a quién no puede llevar con ella. 

Entonces me explicó que nunca debes enojarte con una persona que te traiciona, ni siquiera en nombre de la amistad o la familia. Simplemente inclínate con gracia y disfruta de tu viaje con todas las personas nuevas que Dios pone en su lugar.

miércoles, julio 13

Así te quiero

 No te quiero débil,

llorando por los rincones,

¡Te quiero fuerte!


No te quiero tan princesa,

de esas que no mueven ni un dedo,

pendientes sólo del manicure,

encerrada en tu castillo,

¡Te quiero mujer!


Valiente,

que día a día sale a partirse la madre,

¡Que sufre si!

Que lleva dolor,

pero con mucho coraje lo esconde tras una sonrisa.


No te quiero amargada,

quejandote todo el día,

¡Te quiero feliz!

Luchando contra la adversidad,

positiva,

construyendo con tus manos tu propio palacio,

¡Digna!


Una dama.


No te quiero presa,

callada,

sumisa,

¡Te quiero libre!

Diciendo lo que sientes,

gritando para que te oigan,

¡Te prefiero loca!

Riendote de la vida,

bailando con ella,

¡Que se entere quién eres!


No te quiero reina,

¡Eso ya lo eres!

¡Te quiero bruja!

Ruda,

peleando por tus sueños,

asustando al mundo al verte volar,

¡Con alas o sin alas!


Pero siempre decidida,

dispuesta a pelear por lo que es tuyo.


Tomando el timón de tu barco,

aunque no sepas navegar,

¡Asi te quiero!

sábado, julio 9

 "Hubo mil cosas que no elegí,

que me llegaron de pronto

 y me transformaron la vida;

cosas buenas y malas 

que no buscaba;

caminos por los que me perdí;

personas que vinieron 

y se fueron;

una vida que no esperaba;

Y elegí, al menos,

cómo vivirla;

elegí los sueños para decorarla,

la esperanza para sostenerla

y la valentía para afrontarla".


 Rudyard Kipling

viernes, julio 8

Dignificar el pasado

"Aunque parezca extraño, en los sistemas familiares hay sentimientos que siguen flotando en su atmósfera porque no pudieron ser encauzados y resueltos en su momento por las personas a las que correspondía hacerlo, y siguen operando como asuntos pendientes enquistados. En ocasiones, algunas personas posteriores adoptan y activan sentimientos de personas anteriores, sin conciencia clara de ello y de una forma ciega e imperativa. Como si fueran poseídos por estos sentimientos, que son inconscientes, intensos y no suelen adecuarse a ninguna realidad actual que los justifique, con lo cual sufren por ellos y necesitan liberarlos.

Lo que ayuda, por tanto, es que el pasado pueda quedar como pasado, dignificado con nuestra buena mirada y con nuestro pleno respeto hacia aquello que fue vivido y hacia los que lo vivieron. Y mirar el presente con alegría y gratitud".


Joan Garriga

Del libro El buen amor en la pareja