miércoles, septiembre 28

El código de Bushido 7.- Deber y Lealtad


CHUGO

« Para el samurai, haber hecho o dicho "algo", significa que ese "algo" le pertenece. Es responsable de ello y de todas las consecuencias que le sigan. Un samurai es intensamente leal a aquellos bajo su cuidado. Para aquellos de los que es responsable, permanece fieramente fiel. Las palabras de un hombre son como sus huellas; puedes seguirlas donde quiera que él vaya. Cuidado con el camino que sigues ».




martes, septiembre 27

El código de Bushido 6.- Honestidad absoluta



MAKOTO
« Cuando un samurai dice que hará algo, es como si ya estuviera hecho. Nada en esta tierra lo detendrá en la realización de lo que ha dicho que hará. No ha de "dar su palabra". No ha de "prometer". El simple hecho de hablar ha puesto en movimiento el acto de hacer. Hablar y Hacer son la misma acción ».



lunes, septiembre 26

Código de Bushido 1.- Honradéz y justicia- Integridad


GI

« Sé honrado en tus tratos con todo el mundo. Cree en la justicia, pero no en la que emana de los demás, sino en la tuya propia. Para un auténtico samurái no existen las tonalidades de gris en lo que se refiere a honradez y justicia. Sólo existe lo correcto y lo incorrecto ».



sábado, septiembre 24

Y Dios me hizo mujer


« Y Dios me hizo mujer,
de pelo largo,
ojos,
nariz y boca de mujer.

Con cur­vas
y plie­gues
y sua­ves hon­do­na­das
y me cavó por den­tro,
me hizo un taller de seres huma­nos.

Tejió deli­ca­da­mente mis ner­vios
y balan­ceó con cui­dado
el número de mis hor­mo­nas.

Com­puso mi san­gre
y me inyectó con ella
para que irri­gara
todo mi cuerpo;
nacie­ron así las ideas,
los sue­ños,
el instinto.

Todo lo que creó sua­ve­mente
a mar­ti­lla­zos de sopli­dos
y tala­dra­zos de amor,
las mil y una cosas que me hacen mujer todos los días,
por las que me levanto orgu­llosa
todas las maña­nas
y ben­digo mi sexo ».

Gioconda Belli

jueves, septiembre 15

El ciclo vital de la familia


« ¿No te ha pasado que vas en tu coche por la calle, buscando cierta dirección, cuando de repente te pierdes y no sabes dónde estás ni para dónde darle? Es una sensación de inseguridad y un sentimiento de desorientación que provoca nervio y un poco de ansiedad. 

Es común en el ser humano la necesidad de control y seguridad del medio ambiente en el que se desenvuelve. Cuando esta seguridad se pierde, aparece un desequilibrio que provoca trastornos emocionales y a veces hasta físicos

En la vida de pareja también necesitamos sentir seguridad; tenemos la necesidad de conocer lo que sucede a nuestro alrededor, saber en dónde estamos ubicados como pareja y hacia dónde nos dirigimos. Este conocimiento nos proporciona grandes beneficios: tranquilidad, capacidad de comprendernos a nosotros mismos y a nuestra pareja, discernimiento para elegir el mejor camino de acción, noción del desarrollo de nuestra vida como pareja y la habilidad de poder predecir el futuro que nos espera para ir preparándonos para cuando éste llegue

La familia es entendida como un sistema vivo que se define a través de las relaciones que sus miembros establecen entre si. Hablamos del ciclo vital de la familia porque en su desarrollo y composición pasa por diferentes etapas, donde se combinan diferentes áreas y aspectos como el psicológico, el biológico y el evolutivo.

De acuerdo a lo anterior, puede considerarse a la familia como un “Cromosoma social” al que se le atribuyen características propias de la biología: Nacer, crecer, reproducirse y morir.

La familia como sistema tiene varias funciones. Desde el aspecto económico, hasta el político y social. Sin embargo, nos enfocaremos principalmente en la definición de la familia como un sistema de contención emocional. La familia como sistema debe ser capaz de dar cabida a todo el espectro emocional de los miembros que la conforman. Sentimientos como la rabia, el miedo, la duda, los celos, el placer, la gratitud y el reconocimiento son sólo algunas de las expresiones emocionales que los miembros de un sistema familiar pueden mostrar entre ellos. La expresión y contención emocional en la familia posibilita al individuo a un buen desarrollo social extra familiar y a una correcta adaptación al medio.

Existen familias que por su estilo de comunicación y relación no pueden expresar ciertas emociones como los celos o la ternura. Ésto obtura y limita el aprendizaje de los miembros de situaciones que les permitan resolver ese tipo de conflictos o situaciones en contextos externos a la familia. Las familias que niegan los matices del espectro emocional son asimétricas y desbalanceadas. Incluso pueden producir niños que tengan zonas emocionales ciegas o apagadas.


Normalmente la familia ejerce un mínimo de funciones que adaptan al individuo a las presiones del ambiente. Sin embargo, de acuerdo a Lauro Estrada, existen algunos parámetros que nos permiten determinar el nivel de funcionamiento de una familia. El conocimiento de la ubicación en la que se encuentra una pareja requiere de un conocimiento previo sobre las etapas por las que necesariamente pasan al momento de formar su propia familia. Estas etapas, según el reconocido psicólogo, son seis:



1. El Desprendimiento



Se refiere al desprendimiento que sufre la persona al separarse de su familia, sus costumbres y su estilo de vida (soltero) para buscar un compañero y una nueva forma de vida.

Todos los seres humanos estamos dotados de una fuerza vital extraordinaria que nos invita a desprendernos de nuestros padres y buscar nuevas aventuras en la vida. Gracias a esta fuerza somos independientes y autosuficientes. De no ser por esta fuerza, quizá nunca lograríamos dejar nuestro hogar y las seguridades que ahí encontramos.

El desprendimiento se aprecia sobre todo en la adolescencia cuando queremos dejar el hogar paterno para salir en busca de una pareja que esté fuera de nuestra familia. 

El desprendimiento y la separación son el destino del ser humano. Cuando nace, el bebé viene dotado de una extraordinaria fuerza que lo lleva a crecer y a volverse cada vez más independiente y autónomo. El camino hacia la madurez está lleno de desprendimientos y separaciones.

En la dinámica familiar siempre existen dos tendencias contradictorias: una que lleva al desprendimiento y a la autonomía y otra que tiende a fijar y a mantener estáticos los procesos de individuación.

El balance que conforman estas dos tendencias es frágil y si la balanza se inclina hacia cualquiera de los dos lados puede darse una patología.

En teoría, cada cónyuge debe llegar al establecimiento de la pareja con una identidad formada a través de los procesos de separación de su propio desarrollo. Sin embargo, en la resolución de los conflictos de desprendimiento se pueden dar problemas y alguno o ambos miembros de la pareja puede buscar ya sea la cercanía y compañía del cónyuge o puede buscar la fusión con el otro, es decir, un estado inmaduro previo a la individuación.

Si alguno de los dos miembros de la pareja no logra la individuación no podrá vincularse adecuadamente con el otro. Le resultará difícil darle a la pareja la libertad necesaria para ser autónomo. Si alguno de los dos no trasciende esta etapa, las demás están destinadas al fracaso.



2. El Encuentro 

Presupone la renuncia a la familia anterior así como a sus costumbres y a tener la disponibilidad física y emocional para seguir aventurándose en el quehacer de un nuevo estilo de vida y la formación de una nueva familia

Supone el encuentro y la elección de una pareja. En esta etapa se deben lograr dos puntos:

o Cambiar todos aquellos mecanismos o costumbres que hasta entonces teníamos. 
o Integrar un nuevo sistema de mecanismos y costumbres con el nuevo compañero.


Ser esposo o esposa por primera vez es una situación desconocida de la cual el individuo no sabe nada, más allá de los modelos que aprendió de sus padres.

Cada uno de los nuevos esposos tiene necesidades que proyecta en el otro. Estas necesidades pueden ser realistas o neuróticas y conflictivas.

De estas necesidades surgen lo que Estrada llama “contratos matrimoniales” que son los acuerdos (conscientes o inconscientes) de lo que cada uno piensa será su rol y obligaciones dentro de la pareja.

El contrato abarca cualquier aspecto de la vida conyugal. Desde la vida sexual, el cuidado de los hijos, metas, dinero, familia política, etc. La calidad del matrimonio dependerá en gran parte del nivel de satisfacción que cada uno de los cónyuges encuentre en el otro.

Cuando las expectativas con respecto a la pareja son demasiado fantasiosas o irreales como por ejemplo encontrar a la princesa o al príncipe azul, se piensa que existen aspectos infantiles no resueltos de la personalidad del individuo que se proyectan en el otro.

Ignorar que existe un contrato, operar bajo dos contratos totalmente distintos o incongruentes, tener expectativas imposibles de obtener o donde la fantasía sobrepasa a la realidad, son situaciones de gran peligro para el matrimonio.

Para asegurar un encuentro sano es necesario que, en un primer momento, ambos miembros de la pareja hayan consolidado una madurez emocional con respecto a sus propios padres.

En un segundo tiempo, cuando la relación con la familia de origen ha perdido sus características infantiles, se debe ser capaz de incorporar a la vida propia a una persona ajena al vínculo familiar primario. Ésta es una de las tareas más complejas a las que se debe enfrentar un individuo en desarrollo al formar pareja. El alejamiento de los roles primarios y la elección de una pareja. Esta elección debe estar en sintonía con la propia identidad y con los modelos que conforman al individuo.

La capacidad de enamorarse y de llevar a cabo con una pareja relaciones estables y duraderas habla a favor de una estructura emocional fuerte y sana. La pareja debe funcionar como un anclaje emocional para el individuo. 



3. Los Hijos 

Es el momento en que la pareja hace espacio físico y emocional para recibir a los hijos. Además de ser esposos, toman ahora el papel primordial de padres. Sin embargo, es muy importante que no olviden que antes de ser padres son pareja y deben buscar los medios para seguir comunicándose y relacionándose como antes

Se requiere el apoyo mutuo de la pareja para que aprendan a ser padres y para que se pongan nuevas reglas y estatutos en el hogar que incluyan a sus nuevos miembros. 

La decisión de tener hijos implica abrir un espacio en la pareja y la reestructuración del contrato matrimonial. Es necesario que la pareja adquiera un nuevo anclaje emocional con el niño y, en el proceso, ayudar al compañero a que lo haga también.

La función del padre es muy importante en esta etapa. Debe cumplir con ciertas funciones maternales de cuidado y protección hacia su propia esposa que se encuentra inmersa en la crianza del hijo. De ahí que un hombre que no haya logrado una identificación sana con su madre, pueda tener problemas para ejercer este rol materno con su esposa. Es probable que se sienta desplazado, celoso y dominado por pulsiones y conflictos infantiles.

Cuando la llegada del hijo desestructura a la pareja, puede ser la época en la que se presente la primera infidelidad.

Puede darse también que la madre desarrolle un vínculo simbiótico con el hijo, que excluya al padre y la mantenga en un estado ilusorio de completud.

Es importante que cada miembro de la familia, tanto la pareja como el hijo, conserven la capacidad para expresar su individualidad y proteger su identidad.

Es importante recordar que los esposos son socios en la tarea de educar a a los hijos; ninguno es más importante que otro. De igual forma, es importante empezar a formar una especie de patrimonio que los ayude en un futuro para los gastos fuertes de educación, comida y vestido de los hijos. 



4. La Adolescencia 

Es una etapa que pone a prueba la flexibilidad de la familia porque afecta el equilibrio emocional de todos sus miembros por las dificultades que se presentan

Los padres entran al climaterio y la mujer, en particular, comienza la menopausia. Por otro lado, los abuelos se encuentran en una etapa crítica porque comienzan a ser incapaces de mantenerse por sí mismos y requieren de la atención y cuidados de la familia. Todo esto sin contar los comunes problemas de identidad y rebeldía por las que pasan los hijos adolescentes. 

La adolescencia de los hijos es el evento de desarrollo que más pone a prueba la flexibilidad del sistema familiar.

Es la adolescencia la etapa en que, con mayor frecuencia, se desarrollan problemas emocionales serios. Los padres reviven su propia adolescencia y los abuelos se acercan a una edad en la que no pueden valerse por si mismos.

Uno de los grandes logros de la adolescencia es la identidad del yo. Para que el adolescente consolide su identidad, es necesario que los padres mantengan un equilibrio (precario en muchos casos) entre los límites de autoridad y el reforzamiento de la independencia. Por ningún motivo el adolescente debe ser abandonado porque “ya está grande”. Es en esta etapa donde más necesita de modelos positivos para identificarse. Dejar demasiado solo al adolescente puede provocar una sensación de abandono y desolación.

Una identidad sana implica principalmente tres aspectos:

A) La capacidad de sentir culpa y preocupación después de una crisis agresiva y saber reconocerla y repararla.
B) La capacidad de establecer relaciones sociales duraderas, no abusivas, con maestros, adultos y amigos.
C) Profundizar en los valores culturales y ponerlos en práctica.


Los padres que tienden a sobreproteger al adolescente impiden que éste encuentre su identidad y su camino, ya que no le permiten el espacio suficiente para experimentar.

También pueden existir aspectos infantiles y regresivos en los padres que lleven a una relación de mucha rivalidad con el hijo adolescente.

En esta etapa se vuelve necesario renovar el contrato matrimonial para que la pareja elabore los duelos que implican la independencia y el crecimiento de los hijos adolescentes.



5. El Reencuentro (El nido vacío)



Es conocido como el nido vacío y se refiere a la etapa en la que los hijos son adultos y ya se han marchado del hogar ya sea para formar una familia, para estudiar fuera o trabajar. Supone el reencuentro de la pareja ya no como padres, sino como esposos

Si las cosas han ido bien, a los padres les será más fácil sobrellevar las futuras etapas. Aquí los esposos deben comenzar a aceptar el rol de abuelos lo cual requiere la aceptación del deterioro físico. 

Comienza a presentarse la muerte de las generaciones anteriores, lo cual los convierte ahora en una generación adulta que ya no se encuentra en primer plano

Es importante que desde que llegan los hijos, la pareja no olvide realizar actividades que les permitan seguir llevando una relación de pareja. Es muy común que los roles de padres desplazan lo roles de esposos, lo cual hace muy difícil la etapa del reencuentro. En esta fase no hay otra salida que dejar ir a los hijos y enfrentarse nuevamente con uno mismo y con la pareja. 

La madurez en la pareja conlleva normalmente la salida de los hijos del hogar paterno o la independencia y autonomía con respecto a los padres.

Normalmente los hijos se van a formar sus propias familias y a seguir su propio ciclo vital de la familia. El convertirse en abuelo conlleva una serie de cambios adaptaciones que implican llegar a término de aceptación con la vejez y con la pérdida de capacidades físicas.

La unión de la pareja es ahora más importante que nunca. Algunos problemas que podían estar latentes durante la etapa de crianza de los hijos se reeditan y reactivan en la fase del reencuentro. Son comunes las parejas que se separan después de que los hijos se van.

El apoyo y afecto mutuo es importante para lidiar con los duelos que acompañan la adultez madura. Los propios padres seguramente han muerto ya. Algunos amigos y coetáneos quizá ya no están tampoco. De nuevo el anclaje emocional del compañero es imprescindible para lograr superar esta etapa con optimismo y buscando nuevos retos.



6. La Vejez 

En todos nosotros existe el temor a llegar a ser viejos y dependientes de los demás. Es importante que vayamos creando conciencia de que esta etapa llegará ineludiblemente

Supone un adaptamiento de costumbres ya que la pareja ha cambiado física, emocional e intelectualmente. Hace falta más paciencia, comprensión y cuidados. 

Unos de los problemas más comunes en esta etapa es que el esposo se jubila y regresa al hogar permanentemente (todo el día). Esto interfiere con las actividades cotidianas de la esposa y cambia el sistema que hasta entonces le había funcionado. Esto puede ser superado mediante el establecimiento de límites claros de espacio y actividades para que puedan seguir funcionando independiente y cordialmente. 

Estas son las etapas por las que toda pareja pasa, a menos que sucedan situaciones como: ausencia de hijos o muerte prematura de uno de los dos cónyuges. De cualquier forma debemos resaltar la importancia de que las fases de la pareja no son situaciones aisladas si no que son elementos que forman parte de un todo: el ciclo vital de la pareja.

La recta final de la vida ha sido poco estudiada. El anciano enfrenta la muerte desde un espectro sumamente complejo de emociones.

La edad avanzada debería ser una grata aceptación de las lecciones de vida, de lo bueno y lo amargo, de la felicidad y de las lágrimas.

Tener un compañero hasta el final de la vida implica un legado y una permanencia como patrimonio de la propia cultura.

Decía Erikson que los niños sanos no temen a la vida si sus abuelos han tenido la integridad suficiente para no temer a la muerte. De ahí concluimos que para que un niño camine en dirección a la individuación, debe tener un abuelo que haya abierto ese camino para las generaciones que le siguieron.

Podemos concluir que la pareja es el eje central de la familia. En la medida en que los cónyuges permitan la individualidad y la autonomía de los miembros, sin perder de vista la cohesión que da el afecto, los lazos emocionales y el apoyo mutuo.

De ahí la importancia de elaborar un contrato matrimonial explícito pero flexible, que se adapte a las diferentes etapas de la pareja y de la familia.

Vale la pena preguntarnos ¿En qué estado se encuentra nuestro contrato matrimonial? ¿Qué tan fantasiosas son mis expectativas con respecto a lo que el otro me puede dar en todas las áreas de la pareja?

He ahí dos buenas preguntas para terminar…»


Lauro Estrada





martes, septiembre 13

Etapa Preoperacional (2 a 7 años)



« Esta etapa se halla entre la etapa Sensoriomotora y la etapa de las Operaciones Concretas. Representa un salto cualitativo en la forma de pensar porque trae consigo la función simbólica: el niño utiliza simbólos para representar objetos, lugares y personas; puede retroceder y avanzar en el tiempo.


Características

Logros del pensamiento preoperacional (de los dos pensamientos)


Comprensión de las identidades: El niño comprende que, aunque algunas cosas cambien de forma, tamaño o apariencia, siguen siendo lo mismo. Por ejemplo, su propio cuerpo: aunque ha crecido, sigue siendo él.


Comprensión de las funciones: El niño comprende la relación entre dos hechos (por ejemplo: interruptor-luz).


Limitaciones del pensamiento preoperacional

El pensamiento del niño de esta etapa es todavía rudimentario:
  • Centralización.
  • Razonamiento transductivo.
  • Irreversibilidad: Imposibilidad de pensar que una acción mental puede ir en ambos sentidos. Por ejemplo, no puede comprender el concepto de restaurar la situación original al verter agua de un vaso a otro, vasos de diferente forma, aún sabiendo que la cantidad de agua es la misma.

  • Enfoque en una situación: El niño preoperacional todavía se enfoca en situaciones sucesivas sin enlace, es decir, no puede comprender la transformación de un estado a otro; no comprende el cambio. Por ejemplo, no entiende que un lápiz al caer ocupa sucesivas posiciones.

  • Acción más que abstracción: El niño preoperacional piensa y aprende mediante un despliegue de “secuencias de la realidad”, tal como lo haría si estuviese actuando realmente. Resultado de ello es su excesivo realismo, que atribuye a los sueños y a las obligaciones morales.

  • Egocentrismo: El niño no puede asumir el papel de otras personas. Esto es causado por la incapacidad para tratar simultáneamente varios aspectos de una situación.





El proceso de socialización en la etapa preoperacional

La socialización es un proceso mediante el cual el niño adquiere las conductas, creencias y estándares que tienen valor para su familia y grupo cultural al que pertenece.

¿Cómo se socializan los niños?


Mediante recompensas y castigos: Los padres entrenan a sus hijos con recompensas para ciertas conductas, y castigos para otras. Las respuestas recompensadas se hacen más fuertes y es probable que aparezcan con mayor frecuencia (teoría del condicionamiento operante de Skinner).

Por observación (Bandura). Muchas de las respuestas conductuales del niño se adquieren por observación de la conducta de otras personas. Los padres, en especial, sirven como modelos de conducta y así los niños aprenden los patrones de integración social.

Por identificación: El desarrollo social y de la personalidad del niño, no puede explicarse sólo en términos de recompensas y castigos o de observación de modelos. Interviene además un proceso más sutil: la identificación, entendida como:

  • La creencia del niño de que es similar a otra persona.
  • Compartición, de forma indirecta, de las emociones de otra persona.


Normalmente suele darse con los padres. No obstante, algunos modelos paternos son inadecuados y el resultado de la identificación con ellos puede hacer que el niño se sienta ansioso e inseguro.

Para que se produzca, el niño debe tener algunas similitudes con alguno de los progenitores –generalmente con el del mismo sexo-; por ejemplo, similitudes físicas (misma forma de vestir, etc).


El pensamiento “egocéntrico” según la teoría de Piaget: ¿Por qué los niños en esta etapa del desarrollo no son capaces de ponerse en el lugar de los demás? 


Este hecho puede relacionarse con “La Teoría de la Mente”que se refiere a la capacidad de ponerse en la mente de otra persona, es decir, la capacidad de ponerse en el lugar de otro. Los niños no desarrollan esta habilidad hasta los 4 o 5 años. Es por eso, que el niño hasta esa edad, cree que “los demás ven y piensan como lo hace él”. Esta teoría nos ayuda a explicar por qué los niños hasta los 5 años no saben mentir ni hacer uso de la ironía.

A partir de los 3 años se produce un hecho importante en la vida de un niño, la escolarización (Educación Infantil). Esto supone un componente social muy importante.

El niño empieza a relacionarse con los demás, en especial con sus iguales, ya que antes de este período, las relaciones eran únicamente con la familia.

¿Cómo se comunican los niños de 2 a 7 años? 


Aunque entre los 3 y los 7 años se produce un enorme aumento de vocabulario, los niños durante la primera infancia, se rigen por un “pensamiento egocéntrico”, esto quiere decir, que el niño piensa de acuerdo a sus experiencias individuales, lo que hace que su pensamiento aún sea estático, intuitivo y carente de lógica. Por ello, es frecuente que hasta los 6 años, puedan cometer errores tanto para interpretar un suceso, como para expresarlo.


Hablar en tercera persona refiriéndose a uno mismo es muy normal en este periodo porque aún no tiene bien definido el concepto del “yo” que lo separa con el resto del mundo.


Los niños a esta edad, entre 2 y 7 años, tendrán mucha curiosidad y ganas de conocimiento, por lo que preguntarán a sus padres el “por qué” a muchas cosas. En esta etapa los niños atribuyen sentimientos o pensamientos humanos a objetos. Este fenómeno se conoce como animismo ».

Las 4 etapas del desarrollo cognitivo- Etapa sensorial (0 a 2 años)

« Las teorías cognitivas se centran en el estudio de la estructura y desarrollo de los procesos del pensamiento, especialmente cómo afecta esto a la comprensión de la persona sobre su entorno. De todas las teorías cognitivas una de las más brillantes es la que se extrae de la obra de Jean Piaget.

El psicólogo suizo Jean Piaget (1896-1980) es uno de los que mejor ha estudiado el proceso de maduración intelectual en los seres humanos. Según él, cuando nacemos sólo disponemos de unas cuantas conductas innatas: succionar, agarrar, moverse, etc; estos reflejos son la base sobre la que el niño, en contacto con el entorno, irá desarrollando esquemas de actuación, resolviendo los problemas que se le presentan y construyendo así su inteligencia.




Piaget divide el desarrollo de la inteligencia del niño en 4 etapas:

1) Estadio sensorio-motriz (0-2 años)

2) Estadio pre-operacional (2-7 años)

3) Estadio de las operaciones concretas (7-12 años)

4) Estadio de las operaciones formales (12-16 años)

Los límites de edad que marcan cada estadio son orientativos y dependen del grado de maduración de cada niño. Cada estadio responde a nuevas necesidades y estímulos del niño, que va adaptándose a las demandas del medio. Las estructuras que va aprendiendo (esquemas) se acumulan y se incorporan en su mente en un triple nivel: físico, intelectual y afectivo. Por ejemplo: un niño empieza a andar (ámbito físico); ya puede resolver problemas como el desplazamientos de objetos (ámbito intelectual) que antes no podía hacer; y se ha adaptado a una nueva relación afectiva, como ir al encuentro de sus padres (ámbito afectivo).



ETAPA SENSORIAL (estadio sensorio-motiz) (0 a 2 años)

Es un periodo fundamental en el desarrollo de la inteligencia, pues el niño pasa de creer que el mundo termina en su propio cuerpo a descubrir que hay un mundo fuera de él y a construir un lenguaje. El niño llega equipado al mundo con una serie de sentidos y reflejos que le permiten sobrevivir, tales como llorar y mamar. Pero poco a poco esos instintos se convierten en una manera de comprender el mundo e interactuar con él; por eso el niño se lo lleva todo a la boca. Chupar pasa a ser un modo de conocer la realidad. También los movimientos de brazos y manos comienzan siendo reflejos físicos y acaban siendo medios cognitivos. Todas estas posibilidades aumentan cuando el niño empieza a caminar (pues se amplía su horizonte exploratorio) y su nivel intelectual da un giro gigantesco con la adquisición del lenguaje, al final de esta etapa.




Piaget estaba convencido de que el niño es capaz de resolver problemas (ser inteligente) antes de ser capaz de usar el lenguaje. Con esta afirmación provocó una gran discusión sobre si la inteligencia era anterior o posterior al lenguaje. ¿Podemos pensar sin lenguaje? Si afirmamos que el pensamiento no es sino “lenguaje interiorizado”, ¿cómo podemos decir que un bebé “piensa” si aún no dispone de lenguaje? Piaget contesta demostrando que el niño resuelve problemas si tiene a mano los elementos del problema (los objetos) y los puede manipular. En este sentido se equipararía a la inteligencia de otros animales superiores (como los chimpancés). Ya hacia el final del segundo año de vida, el niño construye las categorías de objeto, espacio, causalidad y tiempo, propias de una conducta inteligente.


Para el niño de menos de un año el mundo se compone únicamente de imágenes que aparecen y desaparecen. Si se le muestra un objeto y luego se oculta debajo de un paño, el niño llorará, si el objeto le gustaba, pero no intentará levantar el paño. Para él todavía no existen objetos permanentes (noción que no es innata y que deberá aprender). En el segundo año de vida adquirirá esta noción y será capaz de levantar el paño para buscar el objeto oculto (este es el fundamento del juego del cucu-trás). También aprenderá la noción de causalidad (tirar de una cuerda para que suene el sonajero, por ejemplo). 


  • Se sabe que los niños a esta edad tienen preferencia por estímulos coloridos, con brillo, con movimiento, contraste.
  • Además construyen sus esquemas intentando repetir un suceso con su propio cuerpo, por ejemplo, hacer ruido al golpear un juguete, tirar un objeto, tirar de una manta para conseguir un objeto que hay sobre ella, etc.. A esta edad, los niños están repitiendo sucesos al azar, experimentando a través de su propio cuerpo.
  • Primer contacto del bebé con el lenguaje: La primera vez que tiene el bebé contacto con el lenguaje es en el vientre materno, durante los meses de gestación ya se va familiarizando con la voz de los progenitores. Las investigaciones muestran que en los primeros días de vida prefieren el sonido de la voz humana, a cualquier otro sonido. Sorprende lo acostumbrados que están al lenguaje, ya que desde el momento que nace el bebé tiene la excepcional capacidad de distinguir el sonido del habla. Investigaciones de Casper y Spence demostraron además como los niños se sienten especialmente atraídos por el habla de sus madres, la cual reconocen antes que la de desconocidos.
  • ¿Cómo se comunican los niños de 0 a 2 años? Al nacer, la mejor forma que tiene de comunicarse el bebé, es llorar ya que no puede emitir otros sonidos (físicamente no está preparado). Durante los primeros meses, todo serán gestos pre-lingüísticos mediante sonrisas y llantos que utilizarán de una forma involuntaria, y que más adelante, se volverá intencional cuando aprendan a utilizarlo a modo comunicativo
  • De todas formas, al llorar o al sonreír los padres interpretan lo que el bebé hace, y por ello ya hay una primera comunicación no intencional por parte del bebé. Después llegarán los primeros balbuceos en torno a los 6 meses con consonante- vocal ,por ejemplo, “bababa”
  • Las primeras emisiones de palabras sueltas serán en torno a los 12 meses »

Edades y etapas- Bebés (0-1 año)


« Dos bebés nacidos al mismo tiempo pueden ser diferentes. Algunos bebés son muy callados y duermen bastante. Otros son muy activos. Aceptar estas diferencias hará el cuidado de bebés más fácil y les ayuda a crecer y desarrollarse saludablemente.

Un bebé que habla o camina a una temprana edad no es necesariamente "mejor" o más avanzado. Esta nota le proporciona las características de la mayoría de bebés. Estas características están divididas en tres áreas principales: Físicas (corporal), socio-emocionales (llevarse bien con otros), e intelectuales (pensar y lenguaje.) Todos los rangos de edades son aproximados.

Recuerda que los bebés son humanos. Ellos tienen necesidades y sentimientos. Lucen y actúan diferente. Deja que cada bebé se exprese individualmente. Adaptate al comportamiento de cada bebé en lugar de empujarlos a imitar a otros bebés.


Desde el nacimiento hasta seis meses (0-6 meses)

Desarrollo físico: Al nacer, los bebés no pueden controlar los movimientos de su cuerpo. La mayoría de sus movimientos son por reflejos. Su sistema nervioso no está completamente desarrollado. Durante los primeros meses, los bebés pueden ver claramente aquellos objetos que se encuentran a aproximadamente 10 pulgadas de su vista. A los seis meses, su visión está más desarrollada. A los cuatro meses, la mayoría de bebés tienen algún control sobre sus músculos y su sistema nervioso. Ellos pueden sentarse con ayuda, pueden mantener la cabeza erguida por períodos cortos de tiempo y pueden darse vuelta y descansar sobre su estómago. A los cinco meses, la mayoría de bebés pueden darse vuelta por sí solos. 


Desarrollo social y emocional: Los bebés empiezan a desarrollar confianza en la medida que los padres satisfacen sus necesidades tales como cambiar pañales, alimentarlos cuando tienen hambre y sostenerlos en brazos cuando lloran. Cuando tienen miedo, los bebés lloran y parecen sorprendidos y asustados. Ellos lloran para expresar enojo, dolor y hambre. Esta es su manera de comunicarse. Ellos se emocionan y se enojan muy fácilmente. Ellos necesitan ser arrullados y consolados. Parece que ellos no pueden distinguir dónde termina su propio cuerpo y dónde comienza un cuerpo ajeno. Los bebés sonríen como respuesta a sonidos placenteros o si tienen su estómago satisfecho. Casi a las seis semanas, ellos sonríen en respuesta a otra sonrisa. A los cuatro meses, ellos sonríen ampliamente y se ríen cuando están contentos, y aprenden a reconocer las voces y caras de sus padres.Desarrollo intelectual: Los bebés balbucean y producen sonidos desarticulados (gorgotean.) Ellos estudian sus propias manos y pies. Se voltean para localizar la fuente de sonidos. Los bebés pueden fijar su mirada y atención en objetos en movimiento. Ellos exploran las cosas con su boca. Se ponen todo lo que pueden agarrar en su boca. Lloran de diferentes maneras para expresar dolor, enojo y hambre. Ellos olvidan las cosas que no pueden ver.


De seis a doce meses (6- 12 meses)




















Desarrollo físico: Los bebés todavía toman una siesta en la mañana y en la tarde. Empiezan a comer y dormir con un horario regular. Comen tres veces al día y toman leche de sus biberones a diferentes horas. Empiezan también a usar vasos y cucharas para comer por sí solos. Pueden sentarse sin ayuda. Ellos gatean con el estómago rozando el piso y levantan su cuerpo sosteniéndose con sus manos y rodillas. A los ocho meses ellos pueden alcanzar y sostener objetos con las manos, recogen objetos con sus dedos pulgar e índice, y aprenden a dejar caer objetos. Empiezan a tirar cosas. Pueden pararse deteniéndose en muebles y pueden caminar si son guiados. Cuando llegan a los doce meses de edad, la mayoría de bebés pesan tres veces su peso al nacer y ellos crecen aproximadamente una pulgada por mes. El promedio de bebés de un año de edad debe medir entre 26 y 30 pulgadas de altura.


Desarrollo social y emocional: Los bebés responden cuando se les llama por su nombre. Empiezan a temerle a personas desconocidas. Sienten miedo cuando sus padres los dejan solos. Se sienten enojados y frustrados cuando sus necesidades no son atendidas en un tiempo razonable. Los bebés se hablan a sí mismos frente a un espejo. Empiezan a distinguir entre lo que es y lo que no es permitido. El contacto visual empieza a reemplazar parte del contacto físico que los bebés necesitan.


Desarrollo intelectual: Los bebés mueven la mano para decir adiós y aplauden. Ellos responden a instrucciones simples. Buscan aquellas cosas que están fuera de alcance. Emiten sonidos tales como "dada" y "mama." Empiezan a "pretender" realizando actos de actividades familiares. Emiten sonidos que pueden ser entendidos por aquellas personas que los conocen bien. Repiten acciones que causan una respuesta, como por ejemplo, si se les da un chín-chín (cascabelero/ sonajero), ellos lo hacen sonar y se ríen. A la edad de 12 meses, algunos bebés hablan sus primeras palabras entendibles ».


viernes, septiembre 9

Somos uno

« Que bello cuando acariciamos los sueños de amor y soñamos que se cumplirán aún sabiendo que la tierra prometida se asienta más acá y más allá de ellos.

- ¿Debemos por ello ser masoquistas, pusilánimes y conformistas?

- De ninguna manera, sólo amorosos, plenamente amorosos. Y dispuestos a toda equivocación si tuviera que ser.


- ¿No tememos todos ser la creación de un otro y tememos defraudarlo tanto como suspiramos por nuestra espontaneidad? ¿No se tiene acaso el oculto anhelo de ser querido a pesar de uno mismo?

- Tememos no ser la medida del otro, o que el otro no sea la medida de uno. Y en este temor compartido estamos juntos y somos uno.


- ¿Que ayuda?

- Dejar de soñar a nuestros padres con nuestro sueño de niños. Sentirnos grandes y poderosos porque nuestros pies se hunden hasta el magma eterno del principio de los principios ».


jueves, septiembre 8

¿Dónde están las monedas? -Las claves del vínculo


« Lo que ayuda profundamente a dejar patrones nefastos atrás consiste en lograr apreciar y dignificar a los que fueron «malos» o se comportaron «mal» o tuvieron destinos desgraciados, etcétera. Aunque la tendencia de la mente lógica y racional sea seguir rechazándolos, el corazón y la salud funcionan de otra manera. Los sistemas familiares actúan como un todo, como una mente grupal, y tienden a atraer o repetir lo que ocurrió antes, especialmente cuando no fue resuelto a través del amor y la aceptación. Por ejemplo, algunos hijos piensan que tienen que querer a uno de sus padres, al que catalogan de bueno, y que deben despreciar al otro, al que tildan de malo. Es decir, escinden su corazón entre el bien y el mal y se ponen de juzgadores. La paradoja es que es muy habitual que luego busquen personas parecidas al progenitor rechazado o ellos mismos se le parezcan. La paz y la dicha en las familias viene cuando todos pueden tener un buen lugar y cuando cada uno puede tener el lugar que le corresponde, o sea, que los padres sean padres, los hijos, hijos, la pareja, pareja. La única medicina es la inclusión y la apertura del corazón, de manera que el pasado ya pueda quedar como pasado ».


Joan Garriga

miércoles, septiembre 7

¿Por qué es tan importante la sonrisa?


« La oposición a la realidad, que siempre es el momento presente, nos debilita. Y provoca que se esfume nuestra sonrisa del fondo de la conciencia y nos atrape un amargo rictus. ¿Por qué es tan importante la sonrisa? Porque nos hace felices y celebra la vida tal como es, porque sí, sin más. Cuando nos visita lo difícil, el desamor, las pérdidas, las tragedias, nuestra sonrisa queda entre paréntesis por un tiempo. Entonces enfrentamos la proeza interior de lo que supone «amar lo que es» y conectarnos con nuestro ser profundo. Si después de recorrer ese laberinto emocional encontramos la salida, palpamos el trofeo y saboreamos el fruto de un viaje que desemboca de nuevo en la sonrisa esencial.

Penas, enfados, vergüenzas, culpas, angustias, negaciones, deseos de destruir o de destruirse, retos a la muerte o al destino, sacrificios, etc. constituyen huéspedes emocionales que pueden alojarse en nosotros durante el recorrido por el laberinto. Debemos aceptarlos hasta que, en su tramo final, el proceso se complete en el dolor, al que nos rendimos. Un dolor que nos vuelve humildes y reverentes ante la realidad. Abrirse plenamente al dolor es el último movimiento que precede a la expansión súbita de la sonrisa natural que preside la vida. Aunque pueda parecer un contrasentido, vemos que en el dolor se asienta la alegría de vivir, que las personas genuinamente alegres no han estado exentas de tragedias, y que pudieron superarlas con sentido. « Lo que no nos destruye nos hace más fuertes », dijo Nietzsche ».


martes, septiembre 6

Gracias


« Dar las gracias quiere decir tomar lo que me es dado, sujetarlo cuidadosamente con las manos, llevarlo a mis adentros, a mi corazón, hasta que yo sienta interiormente que es una parte mía.

Dar gracias también quiere decir transformar lo que me ha sido regalado y se ha convertido así en una parte mía, en una acción que deje también a otros ganar en lo que a mí me ha enriquecido. Sólo entonces lo que me ha sido regalado alcanza su perfección ».

Bert Hellinger

lunes, septiembre 5

¿Cuál es tu Vaca?


« Un maestro Zen y su discípulo estaban peregrinando por campos y bosques, cuando encontraron una cabaña muy pobre. En ella vivía una familia conformada por un hombre, su mujer y cuatro hijos. Les pidieron alojamiento y alimento, a lo que los campesinos respondieron afirmativamente.


De muy buen gusto, a pesar de su pobreza, compartirían lo poco que tenían. Durante la cena el maestro preguntó de que vivían: La mujer le explicó que tenían una vaca, de la cual tomaban un poco de la leche y un poco más que cambiaban con otros campesinos por algunos alimentos. Con lo que sobraba hacían queso y poco más. Eso les permitía ir sobreviviendo a duras penas.

Al otro día, los viajeros se levantaron antes que nadie para seguir su camino, entonces el discípulo le dice al maestro:

– Maestro, que buena gente, compartieron con nosotros lo poco que tenían. Y que pobres son... ¡Como me gustaría ayudarlos! ¿Podemos hacer algo por ellos?

El maestro, sin pensarlo, le dijo:
– Quieres ayudarlos?, ve y empuja la vaca al precipicio.
– Pero... Maestro, ¡Es su única fuente de ingresos!
– Obediencia ¡No discutas y haz lo que te digo!

El discípulo pensó que el maestro había enloquecido, pero debido al gran respeto que le tenía, no tenía más remedio que practicar la obediencia, y así lo hizo.

10 años más tarde, el discípulo volvió a pasar solo por la región, y lleno de remordimiento y curiosidad pasó por la casa para confesar su crímen y proponer una forma de reponer su atrevimiento. Al acercarse, la vio mucho más arreglada, e incluso vio mucho terreno sembrado que no estaba en la visita anterior. Pensó que quizá la familia sucumbió a su pobreza y no tuvieron más alternativa que abandonar aquel lugar.

El, ahora maestro vio a un habitante de aquel hermoso lugar y preguntó:

– Disculpe, hace 10 años vivía aquí una familia muy humilde y quisiera saber qué ha pasado con ellos...

Una mujer muy elegante se acercó y reconociéndolo, le dijo:

– Bienvenido, ¡Cuánto me alegro de verle! ¡Ustedes nos dieron un gran regalo con su visita aquella noche! El día que se fueron se nos mató la vaca.

Al principio nos desesperamos pensando que íbamos a morir de hambre. Reconozco que nos invadió una profunda tristeza al perder la única vaca que teníamos. Pero aquel suceso, hizo que mi esposo buscara realmente trabajo y encontró uno muy bueno en la ciudad. Nuestra vida cambió. De la vaca nada quedó. Lo primero que hice fue vender la carne. Con lo poco que me dieron, compré unas semillas y me puse a sembrar para tener algo que comer los siguientes meses, pero la cosecha fue muy buena y compramos hasta ganado.

También hemos podido comprar la casa que no era nuestra y estamos pensando en comprar más terrenos para sembrar. Mis hijos estudiaron en las mejores escuelas de la ciudad y ahora son unos profesionistas felizmente realizados, a lado de sus familias. Todo, gracias a que tiraste mi vaca al precipicio ».



Entrar en zona de confort, sin cuestionar lo que realmente podemos hacer, nunca nos dejará disfrutar resultados distintos. ¿ Cuál es la “vaca” que te limita para emprender, cambiar y avanzar ? Puede ser la comodidad, el miedo a perder lo poco que tienes, la incertidumbre por lo que vendrá… Muchas veces, dejamos pasar nuestros sueños y la oportunidad de hacer lo que nos gusta y preferimos seguir atados cómodamente a la “vaca” que nos hace sentir seguros. No nos damos cuenta de todo el potencial que tenemos para realizar lo que nos hace felices, para vivir la vida que merecemos. Nunca es tarde.