domingo, agosto 9

Conserva tu dignidad después de la ruptura


Terminar una relación (especialmente si no se hace en consenso y tú eres la parte que no quiere terminar), puede ser devastador por el daño que sufre la identidad, el honor y la dignidad dejando una sensación de haber fallado en mantener una relación.


« ¿Qué reacciones son comunes y esperadas al término de una relación?

- Para el que no quería terminar: Pérdida de la confianza, pérdida de la esperanza, baja autoestima, ansiedad, temor por volver a ser lastimado en el futuro, enojo, tristeza, depresión y preocupación por el juicio social; es decir, lo que otros puedan llegar a pensar al respecto.
- Para el que decidió comunicar el término: Sentimientos ambivalentes entre un alivio (por haber hablado aquello que ya se deseaba hace tiempo), tristeza por la pérdida y en ocasiones hasta la sensación de que se ha lastimado a alguien muy querido.

Muchas parejas esperan a estar terriblemente mal para terminar, ¿Se puede hacer de otra manera?

- Hay quien provoca un distanciamiento consciente o pleitos constantes para provocar una crisis y justificar la separación.
- Hay quien incluso lo hace para culpar al otro, al ejecutar acciones pasivo-agresivas que lleven a la desesperación.
- Sin embargo, hay parejas que (con hijos o sin ellos), son capaces de llevar una relación pacífica de ser necesario.


¿Qué estudios sea realizaron?

- En el año 2012, la Dra. Brandi Frisbi y sus colaboradores, realizaron en la U. de Kentucky un estudio para identificar cuáles eran los patrones de relación más eficientes que las ex parejas tenían para comunicarse tras la ruptura y que, por lo tanto, promovían una mayor adaptación a la separación.
- El estudio se enfocó en encontrar cómo las parejas se apoyaban o se lastimaban mutuamente tras la separación.
- Especialmente buscaron aquellos actos o conductas que afectaban directamente al nivel de identidad de las personas.
- El estudio se basó en los trabajos de Ervin Goffman (teórico de la sociología)
- Establecía el término “Face”, para referirse a algo que se traduce como honor o dignidad.

Aclaremos la dignidad y el honor en las relaciones (Face).
- Dignidad: se traduce como valor. Involucra a la libertad y autonomía de la persona.
- Honor: Desde el punto de vista personal, es la auto aceptación ligada a actos nobles. Desde el punto de vista social, es una cualidad vinculada al mérito y que trasciende en la opinión y juicio de los demás.

En suma se trata de nuestra identidad social, que hemos construido con nuestras acciones y nuestra manera de ser ante los demás. También se puede asemejar a la reputación.

- De un miembro de la pareja hacia el otro, involucra el respeto que se tengan mutuamente.


¿Cómo afecta una ruptura nuestra identidad y dignidad?

En las relaciones las personas tenemos dos aspectos de la identidad.

Positivo:
- Deseo de aprobación, cercanía, conexión, solidaridad, reciprocidad y deseo que una pareja tenga hacia nosotros.
- Este aspecto de nuestra identidad se ve lastimado cuando una pareja nos dice que quiere terminar, pero especialmente cuando te comunica que la relación ya no le es importante.
- Se traduce en una amenaza de ser visto como inadecuado, incompetente y no digno de ser amado en una relación.

Negativo (en este caso la palabra no tiene la connotación de algo malo)
- Balancea al anterior y se refiere a la imagen que tienes de ti como una persona autónoma, independiente, libre de actuar y libre de imposiciones.
- Cuando tu pareja te comunica su deseo de terminar, sin tu quererlo, pierdes la sensación de control e independencia, pues es el otro quien ha decidido por los dos. No deja la oportunidad a una elección libre (aunque esto es inevitable, pues no se puede estar en una relación donde otro no quiere estar).
- Quizá, buscando defender este aspecto de la identidad, hay personas que dicen “No, tú no me terminas a mí, soy yo quien te termino a tí…”


¿Cómo clasificó el estudio a las ex parejas?

De acuerdo al resultado del estudio, la Dra. Frisby clasificó a las ex parejas del estudio en 5 categorías.

1. Camaradas perfectos
Ex parejas que terminan siendo amigos y se pueden llevar bien en cualquier área de su vida.
2. Colegas cooperativos
Ex parejas que se llevan bien, pero sólo como padres de hijos comunes, los que son la única razón de su interacción.
3. Asociados enojados
Son muy hostiles y raramente interactúan entre sí.
4. Adversarios feroces
Son tremendamente hostiles e interactúan de maneras muy conflictivas, ya sea por negocios o propiedades comunes, pero más frecuentemente, cuando los hay, por la crianza de los hijos.
5. Dúos disueltos
Ex parejas que ya no tienen algún contacto ni comunicación entre sí.

¿Qué les ayudó a llevarse mejor?

- El estudio sugiere que las parejas que más procuran salvar la dignidad, el honor y la autoestima de manera recíproca, son los que evolucionan hacia camaradas perfectos o colegas cooperativos.
- Son parejas que no hablan mal del otro, que no buscan lastimar su reputación, que guardan las causas de la ruptura o vivencias íntimas para sí y que no tratan de exhibir al otro para salvarse a sí mismos del juicio social.

¿Qué hacer para amortiguar el efecto de una ruptura indeseada?

Reconocer el dolor de la pérdida y darse tiempo para sentir sin evitar identificar y aceptar las emociones que surjan.

Es buscar preservar la dignidad a través del sentido de identidad.

1. Sentir que se es parte de un sistema mayor

- Que la ruptura de una relación forma parte de los hechos de la vida y que, si bien hay cosas de las cuales puedo aprender a través de lo vivido, no hay un defecto genético en mí que no pueda subsanar para el futuro.
- Encontrar apoyo social en otras personas, si la ex pareja no es capaz de honrar la relación.


2. Sentir que se sigue teniendo el control, de la vida y sus decisiones

- Fortaleciendo el sentido de independencia y autonomía al empezar a tomar decisiones y acciones tras la ruptura. Finalmente el estudio concluye que, si nos ocupáramos de preservar el sentido de identidad, integridad y dignidad de nuestra pareja, irónicamente quizá la separación no terminaría por consumarse. »



Mario Guerra
Tanatólogo y terapeuta

sábado, agosto 8

¡Ya no te quiero! Neurobiología del truene


Qué pasa en nuestras cabezas cuando rompemos… ¿por qué nuestras relaciones de chavos “dolieron más”? ¿Por qué sentimos, literal, que “nos rompieron el corazón”?

« Factores que se conjugan cuando tronamos:

Biológicos (neuroanatomía y neuroquímica)
Psicológicos (aprendizajes previos y antecedentes autobiográficos)
Sociales (cultura en la que nos desarrollamos)

Las rupturas a edades previas a los 25 años son generalmente más dolorosas, en consecuencia, las que más marcan en la vida los patrones conductuales futuros.

• Nuestro cerebro a esa edad libera la mayor cantidad de dopamina que lograremos en la vida
• La corteza prefrontal no se encuentra conectada totalmente
• Somos afines a la función hormonal en nuestro sistema límbico

El resultado: una constante negación de la lógica, búsquedas inmediatas de placer, un egoísmo social acompañado de decisiones poco pensadas.

A esa edad hacemos vínculos amorosos intensos, pensando que son para siempre.

• 70% de nuestras relaciones amorosas son transitorias.
• El enamoramiento tiene fecha de caducidad, en promedio dura 3 a 4 años.


Errores comunes en la separación

Conductas que prolongan el dolor del desamor:

1. No aceptar la magnitud de la pérdida.
2. Idealizar el pasado
3. Desear, sin razonamiento, a volver a vivir la experiencia amorosa.
4. Se busca mantener los vínculos aunque de manera amistosa
5. Aparece el sentimiento de venganza.


Emociones y neuroquímica

Cuando nos dicen ¡ya no te quiero!: emerge una mezcla de emociones que provienen del los más recónditos lugares de nuestro sistema límbico, parte de nuestro cerebro irreflexivo, emotivo y poco congruente:

• Se siente desamparo, enojo, desolación, angustia, necesidad de justicia asociado a tristeza y una gran vulnerabilidad.
• En segundos, el cerebro organiza respuestas para procurar protegernos, muchas de ellas son inconscientes, son reflejos que procuran terminar el proceso de dolor.
• Se activan sistemas neuro-hormonales que activan al cuerpo para huir o luchar: se incrementa la liberación de cortisol, noradrenalina, vasopresina, adrenalina y linfocinas
• Disminuye las concentraciones de serotonina, opioides y oxitocina.

El resultado: un cambio neuroquímico que conlleva a pensamientos repetitivos, tristes y estresantes.

Tuene en hombres y mujeres: Por cada año de enamoramiento, las mujeres necesitan en promedio tres meses para recuperarse; los hombres, aproximadamente 28 días.

Oxitocina: la hormona del amor disminuye, y nos hace recordar las cosas buenas de la persona, aunque ya no este con nosotros.

Serotonina: Su disminución causa melancolía y cambios en los patrones de sueño, atención y memorias cortas.

• Los hombres tienen una mayor fuente de testosterona y vasopresina, por eso no lloran y salen más rápido del duelo.
• El cerebro del hombre puede hacer ciclos de dopamina inmediatos y salidas de escape social con mayor éxito.


¿Por qué sentimos, literal, que “nos rompieron el corazón”?

Este dolor en el pecho se inicia y se fortalece en el cerebro, en el Giro del Cíngulo, que procesa dolor corporal, emociones y proyección social.

• Esta área cerebral es la mayor liberadora de serotonina
• Este es el principal reforzador negativo de la experiencia y el que más memoria va a dejar.
• El aprendizaje viaja al hipocampo y se fortalece con la retroalimentación de los eventos que analiza la corteza prefrontal.


¿Por qué la pasamos tan mal?

• En 300 milisegundos el cerebro entiende el ¡no te quiero!
• 600 milisegundos después ambos hemisferios están trabajando: Iniciamos un evento consciente, la parte más inteligente de nuestro cerebro inicia negando la situación, eventualmente, genera frases de enojo y autoprotección.
• La corteza prefrontal trata de coordinar respuestas, actitudes o terminar una discusión.
• El problema se genera inmediatamente, en promedio entre 8 a 10 minutos, quien domina ahora la modulación de las conductas es el sistema límbico: los ganglios basales y la amígdala cerebral están organizando actitudes violentas, repetitivas y de actitud.

El enojo domina a partir de ese momento: se va perdiendo el control prefrontal.

• La presiona arterial y la frecuencia cardiaca aumentan
• la respiración se hace profunda
• se busca más oxigenación cerebral y muscular.
• Los niveles sanguíneos de glucosa aumentan, provocando estados de activación neuronal (por eso no podemos dormir y nos cambia el apetito)

Paradoja del cerebro: Busca auto-limitar la sanación caótica. Nos hace estar tristes y llorar para calmar y desensibilizar a largo plazo éste estado.

• Nuestro llanto genera cansancio: poco a poco lloramos menos por el evento y mejoramos anímicamente ».

Eduardo Calixto
Neurofisiólogo

lunes, agosto 3

12 maneras de saber que YA se acabó



«  ¿Sientes que tu relación ya no es lo que quieres?

1. Ya no puedes ni verlo (a).
2. Tienes miedo de tu pareja.
3. Tus amigos te dicen que dejes esa relación.
4. Cuando es perjudicial para los niños.
5. Los hijos temen de los padres.
6. No tienes algún recuerdo agradable.
7. Ya no disfrutas pasar el tiempo con tu pareja,
ya no quieres hacer cosas con esa persona.
8. Entra por la puerta y tu corazón se hunde.
9. Ya no quieres convivir, ni de broma, con sus amigos o familia.
10. Hacen promesas que no cumplen.
11. Ya no se sienten orgullosos uno del otro.
12. Cosas que antes te parecían originales y divertidas, ahora te apenan »