jueves, octubre 24

Carpe diem quam minimum credula postero. Oda I

« Tu ne quaesieris (scire nefas) quem mihi, quem tibi
finem di dederint, Leuconoe, nec Babylonios
temptaris números. Vt melius, quidquid erit, pati!
seu pluris hiemes, seu tribuit Iuppiter ultimam,
quae nunc oppositis debilitat pumicibus mare
Tyrrhenum: sapias, uina liques et spatio breui
spem longam reseces. Dum loquimur, fugerit inuida
aetas: carpe diem, quam minimum credula postero »


« No preguntes (es sacrílego saberlo) qué fin a mí, cuál a ti,
los dioses han dado, Leuconoe, ni sondees los babilónicos
números. ¡Cuánto mejor es soportar lo que haya de ser!
Así Júpiter nos haya concedido muchos inviernos, así este sea el último
que ahora desgasta contra los escollos sobresalientes las olas
del Tirreno: sé sabia, filtra el vino y en un espacio breve
recorta una esperanza larga. Mientras hablamos, habrá huido celosa
la edad: aprovecha el día, confía lo menos posible en el mañana »
Horacio

Dato curioso: También en el antiguo testamento en el libro del Eclesiates, se hace mención a la idea de gozar el presente, en Eclesiastés, 9, vs. 8-11 se lee: "lleva siempre vestidos blancos y no falte el perfume en tu cabeza, disfruta la vida con la mujer que amas, todo lo que te dure esa vida fugaz, todos esos años fugaces que te han concedido bajo el sol; que esa es tu suerte mientras vives y te fatigas bajo el sol".


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